Vivimos en una sociedad saturada de actividades por hacer. Corremos de un lado a otro llevados por compromisos de diverso tipo: laborales, familiares y sociales. Estas actividades atentan contra nuestra disponibilidad de tiempo y sobretodo, con el tiempo que necesitamos libre y disponible para estar junto a nuestro marido o esposa compartiendo charlas y momentos de unión e intercambio. Los siguientes tips te ofrecen diferentes ideas y sugerencias para problemas frecuentes en el día a día del matrimonio. Quizás alguno de estos puntos de vista te resulte util y lo pongas en práctica:
Es necesario diferenciar falta de tiempo de una agenda completa
y excedida de actividades.
El desarrollo de una pareja feliz exige tiempo y espacio para construir lazos fuertes.
Pero si de a poco vamos tapando nuestras horas libres con otras actividades además del
trabajo, queda poco y nada para nutrir los vínculos. Es importante ceder espacios para la relación y una forma de hacerlo es emprendiendo actividades junto a la pareja.
Vale la pena aclarar que esto no implica dejar de lado programas entre amigos propios
o salidas sin la pareja. Lo que se intenta es mantener un equilibrio entre las necesidades
personales y las de la pareja.
Es necesario establecer los valores de la pareja con respecto a
temas vitales como la salud, la familia, el dinero y el estilo de vida.
Cada persona presenta una escala de valores diferentes con respecto al cuidado de su salud,
el dinero, sus afectos, etc. Las parejas funcionales establecen con franqueza los intereses que
"los motivan". Las dificultades surgen cuando, debido a la falta de comunicación y conocimiento, uno de los miembros prioriza otros valores y sufre la falta de consideración de su cónyuge.
El crecimiento de un matrimonio se produce cuando existe acuerdo sobre temas vitales
que inciden en la elecciones de todos los días.
El estrés laboral no resuelto genera situaciones emocionales
dificiles de manejar en la pareja.
Si por determinadas circunstancias nuestro empleo nos genera altas dosis de estrés y frustración (tareas tediosas, jefes demasiado exigentes, etc.) resulta clave poder separar nuestra realidad laboral de la personal. Cuando la pareja o la familia recibe el impacto de nuestra bronca por problemas no resueltos en el trabajo, las discusiones se agraban y es en vano tratar de encontrar la solución en la familia, ya que las raíces de la crisis están fuera de ella. El tiempo compartido con la familia debería, en teoría, estar lo menos "contaminado" posible por otros problemas. Aprender a expresar en el lugar adecuado y con palabras adecuadas el motivo de disgusto, protege nuestra relación matrimonial.
Definir el concepto de "ser exitoso" dentro del ámbito familiar.
Al igual que nuestra escala de valores, las parejas que se acompañan y apoyan, encuentran la forma de definir lo que para ellas, es una persona "exitosa". Esto permitirá que frente a las dificultades y adversidades que la pareja tenga que superar, se proteja a los miembros valorándoselos por su esencia, más allá de sus tropiezos en actividades o acciones.
Vale decir:
"Te puede ir mal en un exámen, pero esto no implica que seas incapaz o poco talentoso."
"Podes perder tu empleo, pero no significa que seas un inútil."
"Te pude ir mal en un negocio, pero no significa que seas un mal buen empresario."
Aprender a decir: "No, no puedo" y "No gracias, esto no es para mi".
Estas dos frases resumen en buena parte, la esencia del cuidado del tiempo en la pareja.
Muchas veces, movidos por las apariencias y presiones laborales y sociales, no nos permitimos decir "no". Cumplimos con todo y con todos sin reparar en nuestros propios deseos y necesidades. La reuniones de trabajo se anteponen a los juegos con nuestros hijos... ¿Vale la pena? ¿Puede esperar hasta mañana...? Si la respuesta es si, de nosotros depende.
Es necesario diferenciar falta de tiempo de una agenda completa
y excedida de actividades.
El desarrollo de una pareja feliz exige tiempo y espacio para construir lazos fuertes.
Pero si de a poco vamos tapando nuestras horas libres con otras actividades además del
trabajo, queda poco y nada para nutrir los vínculos. Es importante ceder espacios para la relación y una forma de hacerlo es emprendiendo actividades junto a la pareja.
Vale la pena aclarar que esto no implica dejar de lado programas entre amigos propios
o salidas sin la pareja. Lo que se intenta es mantener un equilibrio entre las necesidades
personales y las de la pareja.
Es necesario establecer los valores de la pareja con respecto a
temas vitales como la salud, la familia, el dinero y el estilo de vida.
Cada persona presenta una escala de valores diferentes con respecto al cuidado de su salud,
el dinero, sus afectos, etc. Las parejas funcionales establecen con franqueza los intereses que
"los motivan". Las dificultades surgen cuando, debido a la falta de comunicación y conocimiento, uno de los miembros prioriza otros valores y sufre la falta de consideración de su cónyuge.
El crecimiento de un matrimonio se produce cuando existe acuerdo sobre temas vitales
que inciden en la elecciones de todos los días.
El estrés laboral no resuelto genera situaciones emocionales
dificiles de manejar en la pareja.
Si por determinadas circunstancias nuestro empleo nos genera altas dosis de estrés y frustración (tareas tediosas, jefes demasiado exigentes, etc.) resulta clave poder separar nuestra realidad laboral de la personal. Cuando la pareja o la familia recibe el impacto de nuestra bronca por problemas no resueltos en el trabajo, las discusiones se agraban y es en vano tratar de encontrar la solución en la familia, ya que las raíces de la crisis están fuera de ella. El tiempo compartido con la familia debería, en teoría, estar lo menos "contaminado" posible por otros problemas. Aprender a expresar en el lugar adecuado y con palabras adecuadas el motivo de disgusto, protege nuestra relación matrimonial.
Definir el concepto de "ser exitoso" dentro del ámbito familiar.
Al igual que nuestra escala de valores, las parejas que se acompañan y apoyan, encuentran la forma de definir lo que para ellas, es una persona "exitosa". Esto permitirá que frente a las dificultades y adversidades que la pareja tenga que superar, se proteja a los miembros valorándoselos por su esencia, más allá de sus tropiezos en actividades o acciones.
Vale decir:
"Te puede ir mal en un exámen, pero esto no implica que seas incapaz o poco talentoso."
"Podes perder tu empleo, pero no significa que seas un inútil."
"Te pude ir mal en un negocio, pero no significa que seas un mal buen empresario."
Aprender a decir: "No, no puedo" y "No gracias, esto no es para mi".
Estas dos frases resumen en buena parte, la esencia del cuidado del tiempo en la pareja.
Muchas veces, movidos por las apariencias y presiones laborales y sociales, no nos permitimos decir "no". Cumplimos con todo y con todos sin reparar en nuestros propios deseos y necesidades. La reuniones de trabajo se anteponen a los juegos con nuestros hijos... ¿Vale la pena? ¿Puede esperar hasta mañana...? Si la respuesta es si, de nosotros depende.